Siempre que pensamos en comprar o vender una franquicia, pensamos en una operación financiera de inversión en la cual obtendremos rendimientos a lo largo del tiempo, sin embargo muy pocas personas piensan en la parte legal que esto implica para ambos actores del negocio, es decir, el franquiciante y el franquiciatario. No debemos olvidar que una franquicia implica una relación de negocio que durará 5 años en promedio y que como todas las relaciones humanas, suelen ser complejas y más con el paso del tiempo. Al comprar o vender una franquicia, en realidad está empezando una sociedad de negocio en la que ambas partes esperan recibir ganancias por la participación del otro y una sociedad, como todas, tiene reglas y letras chiquitas que hay que revisar muy bien. Hoy en día, en la era del internet, ya no se vale decir “yo no sabia”.
Veámoslo desde la perspectiva del franquiciante
Una empresa que está franquiciando piensa en vender la mayor cantidad de franquicias porque la teoría dice que entre mas unidades de negocio existan, mayor será la cantidad de regalías recibidas y el negocio entonces crece, pero muy pocos franquiciantes se detienen a pensar a quien le van a vender su franquicia, pues el objetivo final es tener muchas unidades. Las ferias de franquicias están llenas de estos ejemplos donde podrás ver a empresarios franquiciantes vender su negocio en una expo a gente totalmente desconocida y mas grave aún, muchos de ellos realizan la transacción financiera ahí mismo o la firma del cheque o la carta intención.
Ahora veamos la perspectiva del franquiciatario
Una persona quiere invertir capital con el que pretende generar dividendos a corto plazo y sostenerlos a través del mediano y largo plazo, entonces se le ocurre ir a una expo donde podrá conocer distintos modelos de negocios ya probados y listos para expandirse que evalúa de acuerdo al monto del capital que tiene para invertir y a la industria que le llama la atención. Si le va bien, encontrará la franquicia ideal en esa expo y si se encuentra con un franquiciante que va a vender, tenemos el binomio perfecto y la transacción se hace.
Así luce una escena promedio de transacciones en la industria de franquicias, y hasta cierto punto no es culpa de ninguna de las dos partes porque así se ha hecho creer en los últimos años, que uno se va a comprar un negocio y que la otra parte va a vender su negocio.
"Ni se va a vender y ni se va a comprar un negocio, de hecho lo que nace de ahí, es una sociedad que se genera entre las dos partes donde a lo largo de los años que dure el contrato, tendrán que convivir y velar por el bien común…"
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